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CHISTES CON JUEGOS DE PALABRAS

«A fin de cuentas todo es un chiste»
Charles Chaplin, «Charlot»



EN EL RESTAURANTE

- ¡Camarero, este plátano está blando!
- Pues dígale que se calle.

- ¿Cómo ha encontrado el señor el filete?
- Debajo de la última patata.

- Tenemos un menú de nueve euros y otro de seis euros.
- ¿Y qué diferencia hay?
- Tres euros.

Si está usted fumando y desea apagar su cigarrillo en el plato, el camarero le traerá, con mucho gusto, la comida en un cenicero.

- Camarero tráigame, por favor, un filete que no sea histérico.
- ¿Cómo?
- Sin nervios.

- Camarero, está usted metiendo su corbata en mi sopa.
- No se preocupe, señor, no encoge.

- Camarero este pollo tiene una pata más corta que la otra.
- ¿El señor quiere el pollo para comérselo o para bailar con él?

- ¡Camarero!, ¿podría repetir el postre, por favor?
- Por supuesto, señor.
- ¡El postre, el postre, el postre...!

- Camarero, ¡hay una mosca en mi sopa!
- No se preocupe, señor, la araña que está en su pan se ocupará de ella.

- Camarero, ¡hay una mosca en mi sopa!
- No se preocupe, señor, está muerta.

- Camarero, ¡hay un mosca en mi sopa!
- No es UN mosca, es UNA mosca.
- ¡Qué vista!

- Camarero, la cuenta por favor.
- Cincuenta.
- Sin cuenta, ¡qué detalle, muchas gracias!

- Camarero, ¡hay un pelo en la sopa y no es mío!.
- No se preocupe, señor, lo guardaremos por si viniese alguien a reclamarlo.

- ¿Vino de la casa,señor?
- ¿Y a usted que le importa de donde vengo?

- Hola, me gustaría reservar mesa para esta noche.
- ¿Cuántos serán?
- Seremos 8 ó 10, aproximadamente.
- Necesito saber cuántos, confirmados.
- Confirmados 2, el resto sólo bautizados...

- Señor, ¿le traigo «tabasco»?
- No, gracias, no «fusmo»

- Camarero, ¿el pescado viene solo?
- No, se lo traigo yo.

- Camarero, una ración de setas, por favor.
- Son seis euros, señor.
- Pero... ¿tengo que pagarlas antes de comerlas?
- Es que con las setas... ¡nunca se sabe!

Dos amigos están comiendo en un restaurante y uno de ellos comenta:
- ¡Qué buena está la menestra!
Y el otro responde:
- ¡Habla más bajo que te va a oír el «menistro»!

- ¿Vino de la casa, señor?
- ¡Y a usted qué le importa de dónde vengo!

- ¿Por qué los franceses comen caracoles?
- Porque no les gusta la comida rápida.
(Enviado por Kevin Piña Alor) - ¿Qué va a tomar el señor?
- Una tortilla, por favor.
- ¿Cómo la quiere francesa o española?
- Me da igual, no voy a hablar con ella.

- Camarero, por favor, podrían pasarme un poco más el pollo, ¡es que se está comiendo la lechuga!

- Camarero.
- Dígame, señor.
- ¿Cómo se llama?
- César, señor.
- Póngame, una ensalada César.
- ¿Cómo la quiere?
- César.
- Dígame, señor.
- Una ración de calamares.


EN EL BAR

En un bar anuncian que tienen bocadilllos de todas clases.
Para reírse un rato un grupo de amigos decide pedir un bocadillo de elefante.
- Por favor, un bocadillo de elefante.
El camarero toma nota, vuelve al rato y dice:
- Ha dicho el jefe que para un bocadillo no empieza el elefante.

- Me pone un bocadillo de jamón.
- ¿York?
- Sí, túrk.

- Póngame una cerveza y apúntela en mi cuenta.
- Aquí no se apunta nada.
- Así me gusta, con buena memoria.

- ¿Tiene tabasco?
- ¡En la «másquina»!

- Camarero, por favor, póngale un vino a mi amigo.
- ¿Blanco o tinto?
- Da igual, es ciego.

- Camarero, dígame la contraseña del wifi.
- Tómese un café, por lo menos.
- ¿Todo junto y con minúsculas?

- Te invito a tomar algo.
- Soy vegana.
- Te invito a tomar alga.

- ¿Me pone un zumo de piña?
- ¿Natural?
- De Córdoba, ¿por qué me lo pregunta?

Un señor muy tímido pide un café:
- ¿Por favor, podría tomar... un café?
- ¿Sólo?
- Bueno, póngame... dos.
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